Michael Parenti sobre General Noriega

General Manuel Antonio Noriega
2 min readAug 31, 2021

Demonizaron a Noriega como un medio para poder bombardear y atacar a su país, y eso fue lo que hicieron.

Entre las diversas cruzadas fabricadas por los líderes de Estados Unidos se encuentra la “guerra contra las drogas”.

La Casa Blanca quiere hacernos creer que el propósito de la invasión de Panamá en 1989 era aprehender al presidente Manuel Noriega, porque había traficado con drogas y por lo tanto estaba violando las leyes de Estados Unidos. leyes. Aquí los Estados Unidos operaban bajo el notable principio de que sus leyes internas tenían jurisdicción sobre lo que los jefes de naciones extranjeras hicieran en sus propios países. Si esa regla funcionara en ambos sentidos, un presidente de Estados Unidos podría ser capturado y transportado a un país islámico fundamentalista para ser castigado por no observar sus leyes.

Las fuerzas estadounidenses hicieron más que perseguir a Noriega. Bombardearon y evacuaron por la fuerza barrios de clase trabajadora en la ciudad de Panamá que eran bastiones pro Noriega.

Arrestaron a miles de funcionarios, activistas políticos y periodistas, y depuraron los sindicatos y las universidades de cualquier persona de orientación izquierdista.

Instalaron un gobierno encabezado por ricos compradores, como el presidente Guillermo Endara, que estaban estrechamente relacionados con empresas, bancos e individuos profundamente involucrados en las operaciones de la droga y el lavado de dinero de la droga.

La cantidad de narcóticos que llegaron a través de Panamá representó solo una pequeña fracción del flujo total hacia los Estados Unidos.

El verdadero problema de Panamá era que era un gobierno nacionalista populista.

La Fuerza de Defensa de Panamá era un ejército de izquierda.

El general Omar Torrijos, el predecesor de Noriega que murió en la misteriosa explosión de un avión que algunos culpan a la CIA, inició una serie de programas sociales igualitarios.

El gobierno de Torrijos también negoció un tratado del Canal que no fue del agrado de los derechistas estadounidenses.

Y Panamá mantuvo relaciones amistosas con Cuba y la Nicaragua sandinista.
Noriega había conservado la mayoría de las reformas de Torrijos.

Después de la invasión estadounidense, el desempleo en Panamá se disparó; el sector público se redujo drásticamente; y se abolieron los derechos de pensión y otras prestaciones laborales. Hoy Panamá es una vez más una nación cliente-estado, en el férreo abrazo del imperio estadounidense.

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