“Detrás de la escena de una entrevista con General Noriega” por Cindy Adams (2017)

General Manuel Antonio Noriega
3 min readApr 9, 2022

30 de mayo de 2017

Gen. Manuel Noriega. Lo entrevisté en Panamá. Era El Supremo. Lo entrevisté en Florida. Era prisionero. Lo conocí cuando dirigía su país. Lo conocí cuando nuestro país lo dirigió.

Era 1988. Nuestra primera portada de “exclusivo mundial” de primera plana fue esta fecha exacta: el 31 de mayo. Nuestra foto juntos, además de su foto más el titular “¡Nunca iré!” La leyenda: “El dictador de tráfico de drogas de Panamá revela su desprecio por los EE. UU. en una entrevista con Cindy Adams de The Post”. Además: “El dictador panameño Gen. Manuel Noriega se ríe mientras dice que no tiene nada que temer de los Estados Unidos”.

En nuestra primera reunión estaba aterrorizada. El avión, oscuro. Aeródromo, oscuro. Coche, oscuro. Noche, oscuro. Calles, oscuras. Soldados armados silenciosos condujeron a una habitación abarrotada de 20 por 12 pies. Tal vez 70 personas, incluidos guardaespaldas y, aunque Noriega hablaba inglés, un intérprete.

Pasé dos días al lado del general. Me dijo entonces: “Nunca estoy nervioso. Me acuesto a las 12, duermo seis horas, subo a las 6. No tengo miedo. Mi esposa tiene miedo. No está segura de que vaya a volver. Se preocupa por su hombre.

“Sin embargo, si me matan, será en mi propia tierra y bajaré a luchar”.

Rodeado de coroneles y rifles, mujeres arrodilladas ante sus botas, hombres susurrándole al oído, yo escocés pegado a su lado, sin forma de proteger al hombre. Sin escudo de plexiglás. El poder fue su último afrodisíaco. Mostrando esos cojones, dijo: “No soy tanto fatalista como optimista”. Pensé, sí, mucha suerte, pero ¿y yo?

Sonriendo, bebiendo escocés, trabajando en la habitación: “No digo que Panamá no sobrevivirá sin Noriega. Solo digo que Noriega no sobrevivirá sin Panamá”.

Sus planes de supervivencia incluían una historia de vida filmada. Comiendo la adoración mientras una mujer le daba palmaditas en la mano, Noriega, de 5 pies y 4 pies y moreno, dijo: “Ese tipo que era alcalde en California, Clint Eastwood, es a quien quiero interpretarme. Clint Eastwood es muy macho. No toma mierda de nadie. Clint Eastwood es un hombre que, si te metes con él, te dará una patada en el culo”.

Mantenerse en contacto

Años trajeron entrevistas adicionales, reuniones, llamadas telefónicas, cartas, cenas, charlas con la familia. Más años trajeron acusaciones de drogas. El hombre fuerte le dio el pulgar en la nariz al tío Sam. Mala jugada. Sostando que ganó miles de millones dirigiendo drogas a los EE. UU. para el cártel colombiano de Medellín, los federales lo consiguieron. Un prisionero de guerra. Días en una sala de audiencias federales de Florida, noches en un calabozo en el sótano.

Lo sé. Yo estaba allí.

Desde una celda

Octubre de 1991, otra portada con el Gral. Manuel Antonio Noriega. Esta vez es más pálido. Su piel recibe solo una hora de sol al día. Los ojos desarrollan bolsas. Y lágrimas. Adelgaza el cabello. Y está leyendo la Biblia.

Fade-in, fade-out. Años después, posibles rumores de lanzamiento. Llega la noticia de que necesita hablar conmigo. Olvídate de marcar al prisionero 8 y llevarlo al otro extremo. Tampoco tenía su propio iPhone para llamar a voluntad.

Lenta, laboriosa y repetidamente, sus abogados negociaron con el ejército y la oficina de la prisión, y se fijó un momento.

Había pasado mucho tiempo desde que hablamos. Me quedé dentro. Solo. Sin distracciones. Llegó el momento. El tiempo pasó. Nada. No se le había permitido hacer la llamada.

Semanas después de nuevo. Dadas las limitaciones, se perdió el momento señalado.

Cuando la llamada finalmente llegó horas después, me había ido. En un tercer intento, sonó mucho antes de que se programara. Estaba fuera.

Por cuarta vez, me senté allí todo el día. Acunando el teléfono fijo. Nervioso. No moverse. Nadie conmigo. Solo mi Yorkie Jazzy en mi regazo.

Suena el teléfono. Finalmente… su voz. “Cindy, es el general. Esto es lo que quiero decirte…”, momento en el que mi perro de 3 1/2 libras salta a los botones del teléfono y lo corta.

Nunca supe nada del general de Panamá. Manuel Antonio Noriega de nuevo.

Parece que nunca lo voy a hacer.

Adams, Cindy. “Behind the Scenes of an Interview with a Dictator” [New York, NY]. Page Six, 31 May 2017, pagesix.com/2017/05/30/behind-the-scenes-of-an-interview-with-a-dictator.

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